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Elecciones 2017 en Ecuador, entre el salto al vacío o la continuidad de la estabilidad política

Quito, 02 ene (Andes) – Los ecuatorianos acudirán a las urnas el 19 de febrero de 2017 para elegir presidente y vicepresidente de la República, asambleístas nacionales y provinciales y parlamentarios andinos. La campaña electoral arranca oficialmente este martes 3 de enero. 

Ocho binomios optan por llegar al poder en el país andino en los comicios para los que están habilitados 12’816.698 electores.

Iván Espinel (Fuerza Compromiso Social), Patricio Zuquilanda (Sociedad Patriótica), Washington Pesántez (Unión Ecuatoriana), Abdalá Bucaram (Fuerza Ecuador), Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano), Paco Moncayo (Izquierda Democrática), Guillermo Lasso (Movimiento CREO), y Lenín Moreno (Alianza País), son los aspirantes a la presidencia. 

Es una elección muy particular pues marcará el fin de gestión de Rafael Correa, un político que irrumpió en el escenario nacional en 2006 venciendo al magnate bananero Álvaro Noboa e instaurando la Revolución Ciudadana, un proyecto que marcó un antes y que golpeó de muerte a la denominada Partidocracia, como se conoce en el país al grupo de partidos que dominó los poderes del Estado. 

A estos partidos, Correa no dudó en llamarlos -en un debate presidencial en 2006- como mafias políticas, que pese a no estar en el poder durante 20 años “inventaron un software (para) mandar un bloque al Congreso y desde ahí chantajear y adueñarse del petróleo, de las cortes (de justicia), de las autoridades de control”.

Con el gobierno de Correa se marcó un periodo de estabilidad política, en un gobierno caracterizado por una importante inversión social y en obras públicas, que contrasta con una época –entre 1996  y 2005- en la que se derrocaron a tres presidentes y donde el país andino llegó a tener diez gobernantes.

¿Qué está en juego en las próximas elecciones?   

Para el analista Mario Ramos, director del Centro Andino de Estudios Estratégicos, lo que está en juego en las elecciones de 2017 es un salto al vacío o la continuidad de un proceso de cambio que dio estabilidad al país.

“Va a ser un cambio histórico porque por primera vez se va a votar por un proyecto político por la continuidad de una organización que quiera o no, ha logrado hacer cosas en el país, y eso se refleja en la candidatura de Moreno, en las posibilidades que tiene de lograr el éxito electoral. Todas las encuestas dicen lo mismo; es un fenómeno, nunca se ha dado en la historia del país”, dijo a ANDES.

Efectivamente, once encuestadoras colocan a Lenín Moreno encabezando las preferencias electorales con índices que oscilan entre el 24% y el 44%.

Según un estudio de esta última encuestadora, Lenín Moreno ganaría en 182 de 221 cantones lo que convierten al político en un “fenómeno”.

En tanto, el promedio para Lasso fluctúa entre el 15 y el 22%, de acuerdo a las cinco encuestadoras citadas.

Factores que pesan en la elección  

A criterio del análisis de Ramos, hay dos grandes factores que influyen en las decisiones y en el resultado electoral: el factor inercial (que juega a favor del candidato Moreno) y el factor coyuntural (que tiene que ver con las decisiones emocionales que puedan tomar los indecisos).

Este último tiene que ver con situaciones (escándalos, rumores, informaciones falsas) que puedan presentarse durante la campaña electoral.

Otro aspecto que tiene un rol primordial en la decisión de los votantes son los mensajes, el contexto.

Sumados todos estos criterios, Ramos considera que la población ecuatoriana va a decidir no caer en el vacío. Se va a aplicar el dicho popular: “prefiero malo conocido que bueno por conocer, ese es el pensamiento de la gente que está por un voto más cívico, más consciente”, comentó.

En este caso, dijo, juega el factor inercial, por primera vez en la historia del país un candidato ha cumplido su palabra e hizo lo que ofreció en campaña. La población reconoce lo logrado

Confrontó la propuesta del candidato del movimiento CREO, Guillermo Lasso, de crear un millón de empleos en cuatro años, planteamiento que, dijo, no es creíble y tiene poco asidero en la ciudadanía.

¿Lasso bajaría la tasa de interés? Esa sería la medida más efectiva para que haya empleo. Pero la pregunta es: si un banquero va a bajar la tasa de interés. Así se ve la hipocresía de mensajes como el de Lasso, y la gente sabe eso y no le cree.

“La gente no va a lanzarse al vacío. Durante estos diez años, y la gente detecta esto, la oposición a todo le ha dicho no, a todo se ha opuesto, nada ha sido bueno. Por eso insisto que se ha creado este factor inercial, que se refleja en las encuestas”.

La oferta de Cynthia Viteri (de subsidiar las tarifas eléctricas) es posible porque este gobierno en diez años creó las condiciones para hacerlo, construyó ocho hidroeléctricas que no se las hizo durante el gobierno socialcristiano y los años en los que este partido predominó en la política ecuatoriana, al punto que al líder de esa organización, León Febres Cordero, se lo conocía como el dueño del país.

La población sabe diferenciar entre el márquetin político y la realidad en base a las elecciones en las que han participado en los últimos años, que han dado sucesivas victorias al proyecto político del presidente Correa, dijo el analista.

“Del ‘pan, techo y empleo’, ‘ahora le toca al pueblo’, de no sé qué y no sé cuánto, ahora le gente discierne, ya sabe y estos diez años han sido de cierta manera un gobierno que ha ayudado a acrecentar la conciencia cívica de la gente”, expuso.

El principal problema de la oposición es cómo lograr coherencia para participar en las elecciones, sostuvo. “No consiguen coherencia y eso les afecta tremendamente en sus posibilidades de logra éxitos en las elecciones (…) los candidatos de la oposición no despuntan, hay un estancamiento, asombra la gran cantidad de indecisos, el voto nulo”.

Situación económica no afecta al gobierno

A su criterio, ni la situación económica difícil (a la que la oposición llama crisis) ni los casos de corrupción en la petrolera estatal PetroEcuador, que involucró a un exministro y altos funcionarios de la refinería de Esmeraldas, han logrado minar la confianza de los ciudadanos en el gobierno, por ende, en el candidato oficialista.  

No obstante, advirtió que la tendencia positiva a favor del oficialismo se podría revertir si el partido de gobierno hace una pésima campaña, o si surge “un cisne negro” (un factor imprevisto).

Según Ramos la figura de Correa puede pesar, favorable o negativamente, para el primer caso es necesario que el mandatario mantenga una actitud ecuánime y que no intervenga directamente en la campaña y que sea el mensaje de Moreno lo que prevalezca, que desarrolle su campaña con independencia. 

Por Andrés Reliche

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