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La década que transformó al Ecuador

En la última década se construyeron Unidades Educativas del Milenio, que son planteles con altos estándares de calidad. 

Según datos oficiales recogidos por el diario público El Telégrafo, en la última década la Revolución Ciudadana invirtió alrededor de 22.000 millones de dólares para construir nueva infraestructura y mejorar la actual, capacitar y mejorar las condiciones laborales de los maestros, implementar la alimentación escolar y los sistemas de becas, entre otros programas que facilitaron el acceso masivo al sistema público educativo básico, medio y superior.

En cuanto a la educación superior, se realizó una exhaustiva evaluación con apoyo internacional, luego de lo cual se decidió cerrar 17 centros que no cumplían con los mínimos estándares académicos, se intervinieron universidades emblemáticas para fortalecer sus capacidades y se crearon cuatro universidades (Yachay, Ikiam, de las Artes y UNAE) con un concepto que apunta a la excelencia académica, investigación y formación de docentes.

La Unesco reconoce los logros alcanzados en esta década que ubican al país como el segundo de la región y el que más invierte (2% del PIB). También 200 planteles cuentan con la acreditación de Bachillerato Internacional (hasta 2006 no lo tenía ningún colegio público). De 1995 a 2006 hubo 237 becados, mientras que de 2007 a 2015 se becaron 14.276 alumnos.

El presidente en distintas intervenciones ha justificado la inversión educativa en la necesidad de que el país alcance la economía del conocimiento. Atrás quedaron las épocas de las escuelas unidocentes de piso de tierra y paredes de caña, de profesores impagos, huelgas prolongadas y niños sin bancas y sin oportunidades.

Otro aspecto en el que trabajó el gobierno fue en el tema de la salud pública, que pasó a tratarse como un derecho y no desde la lógica del negocio como fue la característica en épocas de los gobiernos pasados, cuando los pacientes prácticamente morían en las puertas de los hospitales por falta de atención.

El gobierno construyó y repotenció hospitales públicos en el país.

La inversión en el sector fue de 16.000 millones de dólares que se tradujo en la construcción de 11 hospitales y 51 centros de salud y la repotenciación de otras 11 casas de salud emblemáticas, según datos oficiales.

Las atenciones médicas pasaron de 16 millones en 2006 a 39 millones en 2015, que se facilitaron con la contratación de más de 34.000 profesionales nacionales y extranjeros.

La recuperada calidad en la prestación de servicios se vio reflejada con la acreditación de internacional de la prestigiosa firma Accreditation Canada International (ACI).

Condiciones habilitantes

La propuesta para que la economía del país deje de depender de sus recursos naturales necesita de condiciones habilitantes. Así lo consignó el gobierno que diseñó un programa para el cambio de la matriz productiva para lo cual había que crear las condiciones habilitantes para ese fin.

En esa lógica, el gobierno de la Revolución Ciudadana se enfocó en estos últimos años a impulsar la construcción de 6 megaproyectos multipropósito y 8 hidroeléctricos para garantizar agua para riego y control de inundaciones en la Costa y energía eléctrica limpia durante todo el año para todo el país. Todos ellos con una inversión de más de 6.000 millones de dólares.

La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair es la mayor obra de infraestructura de la historia de Ecuador. Tuvo una inversión de 2.000 millones de dólares.

Una de las obras emblemáticas es la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair que se inauguró en noviembre último que por primera vez en su historia le permite a Ecuador alcanzar la soberanía energética y además pasar de ser importador a exportador de energía limpia.

Para la historia quedaron las épocas en que los ecuatorianos tenían que soportar prolongados cortes de energía a causa de estiajes, lo que beneficiaba a sectores políticos de la derecha del país que tenían millonarios negocios con sus barcazas acoderadas en el Golfo de Guayaquil para vender energía contaminante a base del uso de hidrocarburos.

El programa gubernamental también contempló la construcción y modernización de puertos, aeropuertos y de la red vial que era considerada la más deplorable de la región para convertirse en una de las más importantes del continente y del mundo.

En la última década la inversión destinada a la reconstrucción de la red vial estatal fue de 9.000 millones de dólares, seis veces más que los tres gobiernos antecesores juntos. La rehabilitación del complejo vial ha redundado en millonarios ahorros para el sector productivo que puede transitar más rápido hacia sus destinos y con mayor seguridad para sus flotas de transporte.

La denominada Revolución Vial permitió contar por primera vez en la historia contar con el puente Los Caras, que permitió unir la zona norte de la provincia de Manabí y se convirtió en una obra de trascendental importancia para cumplir con el plan de asistencia a los damnificados del terremoto del 16 de abril de 2016.

El gobierno del presidente Rafael Correa inauguró seis proyectos multipropósito para el control de inundaciones y riego en la Costa. 

La conectividad también es otra de las condiciones habilitantes en la que el gobierno consiguió logros inéditos. La inversión en telecomunicaciones alcanzó los 8.000 millones de dólares desde 2014 y le permitió a Ecuador contar con una plataforma 4G que beneficia al 80% de la población que cuentan con internet banda ancha.

El servicio público mejoró notablemente en la última década. De instituciones obsoletas y plagadas de corrupción se pasó a entidades públicas eficientes mediante la modernización de estas y la eliminación de trámites burocráticos.

En las mentes de las personas adultas están latentes las escenas deplorables de lo que eran los servicios de correo, las empresas de teléfonos, las aduanas, el Registro Civil, los hospitales, los juzgados y demás entidades públicas, donde la coima para acceder a un servicio era una práctica común.

Con la política de que “lo público debe ser lo mejor” se realizaron transformaciones radicales tanto en el recurso humano como en la infraestructura y operatividad de las instituciones, lo que ha sido objeto de un reconocimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enfoque social

Un registro del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos citado por El Telégrafo da cuenta que desde 2007 la pobreza extrema se redujo en 8 puntos porcentuales gracias a políticas para una mejor distribución de la riqueza.

Según la medición de la pobreza por necesidades básicas insatisfechas en 2008 llegaba al 48% y en 2015 se ubicó en el 32%, lo que significó que más familias pasen a engrosar la clase media. En 2006, el 10% más rico registraba 42 veces más ingresos que el 10% más pobre, brecha que se redujo en 25 veces.

Esas son algunas de las cifras que son consecuencia del enfoque social de las políticas del gobierno en esta década, que entre otras cosas facilita el acceso a servicios básicos. Un estudio del Boston Consulting Group señala que Ecuador es el primer país que mejor aprovechó los recursos producto de la explotación petrolera para reducir pobreza.

Otro hecho destacado fue la visibilización de las personas con capacidades especiales. A través de la misión Manuela Espejo consiguió ese reto y se pudo identificar a 1,6 millones de personas con discapacidades que reciben atención prioritaria del Estado mediante programas de salud y un bono para la familia acogiente.

Hasta 2015, el gobierno invirtió 165 millones de dólares en servicios en centros de acogimiento institucional, atención domiciliaria, pensiones no contributivas y bono Joaquín Gallegos Lara.

El tema de la seguridad alcanzó una preocupación para el gobierno que se propuso en una guerra a las bandas criminales y de tráfico y microtráfico de drogas que asolaban a las principales ciudades del país.

Ecuador en este año alcanza una tasa de 5 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que convierte al país después de más de 30 años en uno de los más seguros de América Latina. En 2009 la tasa era de 18,7 muertes violentas.

Esto fue posible gracias a la voluntad política para dotar a la Policía Nacional de equipos, tecnología, movilización, infraestructura, armamento, desconcentración y acercamiento con la  comunidad y a las reformas y modernización de la justicia que provocaron un servicio más ágil.

También fue fundamental la implementación del Servicio Integrado de Seguridad ECU911 que es una inmensa plataforma tecnológica dotada de centros de mando y cámaras regadas por todo el territorio nacional que permite monitorear en tiempo real cualquier tipo de contingencia y coordinar las acciones de respuesta.

En el plano internacional, estos años de gobierno estuvieron marcados por hechos como el del bombardeo colombiano al campamento de las FARC en Angostura, territorio ecuatoriano, en 2008; el asilo diplomático al fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange; y la disposición  ecuatoriana para forjar la unidad de un bloque latinoamericano.

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Permanente conspiración

Pero el camino no fue fácil para la Revolución Ciudadana. También hubo episodios violentos protagonizados por sectores de oposición que desde el primer día de gobierno se dedicaron a tratar de boicotear las iniciativas gubernamentales con un discurso que distorsiona la verdad y que es amplificado por ciertos medios de comunicación privados.

El 30 de septiembre de 2010 un sector de la Policía se insubordinó en contra de una ley que ordenaba los salarios del sector público. Políticos de oposición aprovecharon esta protesta para intentar dar un golpe de Estado, lo cual no fue posible por miles de ciudadanos que salieron a las calles a respaldar al gobierno.

Era la primera vez que el pueblo salía a la calle a respaldar a su gobierno, a diferencia de la década pasada en que salió para botar a presidentes como Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez, por irregularidades en el manejo del poder.

 

El 30 de septiembre de 2010 a propósito de una protesta policial se intentó dar un golpe de Estado.

También en los dos últimos años los mismos sectores políticos que antes gobernaron el país y lo llevaron a su peor crisis institucional y financiera han organizado protestas violentas en rechazo a leyes que buscan redistribuir la riqueza, como la que busca evitar la especulación de la tierra; no obstante no han tenido eco en la mayoría de la población.

Y no solo los obstáculos en el orden político ha sorteado el gobierno, sino también las dificultades económicas producto de factores externos y desastres como lo califica el gobierno, la ‘tormenta perfecta’: caída de los precios del petróleo, la apreciación del dólar, pagos a petroleras por juicios internacionales y el terremoto del pasado 16 de abril en la Costa ecuatoriana.

La búsqueda de nuevos mercados mediante la apertura de 31 oficinas comerciales en 26 países del mundo, así como la reciente firma de un acuerdo comercial con la Unión Europea garantizan un promisorio futuro para el comercio exterior ecuatoriano.

La economía, según el equipo económico del Gobierno, presenta desde el segundo semestre de 2016 señales de mejoría; sin embargo la obra pública no para y se seguirán inaugurando obras hasta el 24 de mayo de 2017 cuando Rafael Correa entregue el poder, ese poder del pueblo a su sucesor.

Por Jorge Barona

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