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Ecuador logró sortear las dificultades económicas con decisiones "creativas"

Quito, ….. dic (Andes).- Ecuador cierra 2016 con mejores perspectivas que las auguradas a inicios de año, en un escenario atiborrado de circunstancia externas e internas que pusieron en jaque a la economía ecuatoriana y llevaron a sus autoridades a adoptar decisiones “creativas” para frenar la drástica caída de los indicadores económicos y evitar un mayor impacto sobre la población. Las previsiones oficiales hablan de un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.7%, una cifra negativa pero mucho menor al 4,5% presagiado en abril por el Fondo Monetario Internacional.

El año inició con un precio del petróleo de hasta 19 dólares y cerró el primero trimestre con un barril de 24 dólares promedio disminuyendo los ingresos para el Presupuesto General del Estado calculado sobre la base de un barril de 35 dólares. En ese escenario, la economía ecuatoriana completó el quinto trimestre consecutivo con un descenso del PIB de 3%, la variación negativa más importante desde 2007, lo que influyó en el comportamiento del año. Desde que se hundieron los precios del petróleo, Ecuador perdió unos 15 millones de dólares.

“Hemos tenido un primer trimestre extremadamente difícil, con un precio de petróleo de menos de 20 dólares por barril, y desde el inicio de 2015 vengo gobernando sin un solo dólar de ingreso petrolero”, dijo en esa ocasión el presidente Rafael Correa al señalar que contrario a lo habitual, este gobierno tuvo que entregar 1.600 millones de dólares a las empresas petroleras públicas para evitar que quiebren.

Pero no solo el precio del petróleo debilitó a la economía ecuatoriana, también lo hicieron la apreciación del dólar por efecto de la crisis mundial, que encareció las exportaciones y restó competitividad al producto nacional.  Hasta septiembre, Ecuador dejó de percibir unos 11.000 millones de dólares por la caída de las exportaciones, una histórica baja en sus ventas.

La depreciación de las monedas de los países vecinos (Colombia, Perú, Chile y Brasil) afectó aún más la balanza de pagos por el incremento de importaciones baratas; y restó circulante en un país dolarizado que no tiene autonomía monetaria.  La decisión gubernamental fue mantener las salvaguardias a las importaciones (adoptada en 2015) y promover la producción nacional a través de incentivos. Adicionalmente, inyectó recursos desde el Banco Central del Ecuador, con lo cual también se protegió al sistema financiero de una caída abrupta de los depósitos. 

“Ecuador está inmerso en un contexto internacional de desaceleración no solamente del país (…) esto es lo que está pasando en toda América Latina y en todo el mundo. Se están revisando hacia la baja las tasas de crecimiento a nivel latinoamericano”, dijo Diego Martínez, quien recientemente asumió el Ministerio Coordinador de la Política Económica.

El impacto del terremoto en una economía golpeada por shocks externos 

En abril, el país andino fue golpeado por un terremoto de 7,8 grados de magnitud que devastó a las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, ambas caracterizadas por su potencial turístico causando la muerte de 673 personas. Los daños que dejó el sismo en infraestructura y telecomunicaciones obligaron a un gasto inmediato para rehabilitación de servicios básicos y atención a los damnificados. El impacto inmediato sobre la economía fue la pérdida de unos 3.300 millones de dólares.

Las tareas de reconstrucción fueron impulsadas por el aporte ciudadano a través de la  Ley orgánica de solidaridad y corresponsabilidad ciudadana para la reconstrucción y reactivación de las zonas afectadas por el terremoto, aprobada por la Asamblea para canalizar los aportes de los ecuatorianos de manera ordenada y planificada, según señaló el Ejecutivo.

La ley contempló el aumento por un año del impuesto al valor añadido (IVA) del 12 al 14 %, la aportación por parte de los trabajadores de un día de sueldo durante uno o varios meses en función del nivel de ingresos y un gravamen del 3 % a los beneficios empresariales.

Además, a mediados de año, el país debió pagar más de alrededor de 1 000 millones de dólares a la petrolera estadounidense Oxy y 112 millones a Chevron, por fallos de tribunales internacionales.  

Pese a la denominada “tormenta perfecta”,  la economía ecuatoriana mostró una ligera mejora en el segundo trimestre con  cifras positivas con un crecimiento del 0,6%. Las exportaciones mejoraron en 6,1% mientras que las importaciones decrecieron.

“Hay una recesión, pero lo vamos a revertir. Yo estoy muy optimista, las medidas que hemos tomado están dando efecto y vamos a tener un desempeño económico bastante bueno, que ojalá revierta el mal desempeño de los dos primeros trimestres”, indicó el mandatario en julio.

Un segundo semestre con mejores resultados  

La recuperación de la economía fue más evidente en el segundo semestre del año debido a que variables como el aumento precio del petróleo sobre los 40 dólares. A pocos días de terminar el año y tras el acuerdo alcanzado entre las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y las no OPEP para reducir la producción en 1,2 millones de barriles y 558 mil barriles, respectivamente; el precio bordea los 50 dólares.     

La recuperación de los créditos de banca privada es otro indicador del mejor desempeño económico. Hasta noviembre pasado, el sistema financiero nacional recobró 2.900 millones en depósitos. Y, en cuanto a exportaciones,  la balanza comercial registró un superávit de 1.202 millones de dólares resultado de la disminución de importaciones por efecto de las salvaguardias arancelarias.

Estos resultados también tuvieron efecto en la ralentización de la caída del empleo. Entre marzo y septiembre, solo en el sector de la construcción que crearon 36.000 plazas de trabajo, motivado principalmente por la reconstrucción de las poblaciones costeras afectadas por el terremoto del 16 de abril.

En septiembre, el desempleo en el Ecuador se ubicó en 5,2%. El ministro de Trabajo del Ecuador, Leonardo Berrezueta, ratificó que a pesar a la situación económica adversa que atraviesa el país por efecto de shocks externos, el desempleo en el Ecuador sigue siendo el más bajo de América Latina por debajo de Brasil que llegó a 11,18%;  de Colombia, 10,14%; Uruguay, 8%; en Perú, 6,98%; y Chile, 6,35%.

Según el ministro, las recién aprobadas reformas laborales así como otras políticas implementadas por el Gobierno permitieron que cerca de 4.000 personas mantengan su empleo. 

Otro indicador que nos muestra un desempeño positivo en los últimos meses es el de la recaudación tributaria. Según los datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), en octubre se reportó un crecimiento interanual del 4% (sin considerar los tributos extraordinarios de la Ley de Solidaridad).

Para el mes de noviembre, se proyectó un crecimiento de la recaudación interanual del 5%. A pesar de esta mejora en los últimos meses del año, se estima que la recaudación fiscal del presente ejercicio sea de unos 13.300 millones de dólares frente a la recaudación del año 2015 de 15.489 millones de dólares. 

En esta semana, el presidente indicó que las dificultades se lograron superar debido a que el país “ya cuenta con las condiciones habilitantes” como la energía, carreteras, seguridad y justicia. “Ahora tenemos todo eso y el país se va ir para arriba. Esto no es bla bla, esto es hacer con inteligencia y capacidad”, anotó.

“Miren lo bien que hemos resistido estos meses durísimos. Con la mitad de lo que nos ha pasado nos hicieron quebrar en el 99 (año de la peor crisis financiera nacional) con moneda nacional. Pese a ello, hemos salido adelante y hay claros signos de recuperación de la economía”, enfatizó.

En el último informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que la economía ecuatoriana crecerá en un 0,3% en el 2017.  

Por Gissela Cola

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